Las ferias de vino son una experiencia para disfrutar con todos los sentidos. No hace falta ser un experto ni saber mucho del tema: cualquiera puede ir, probar cosas nuevas, charlar con los que hacen el vino y, sobre todo, pasarla bien. Ya sea que estés dando tus primeros pasos o que ya tengas tus vinos favoritos, estas ferias son una buena oportunidad para conocer y aprender sin complicaciones.
Pero ojo, como todo plan con copas de por medio, viene bien ir un poco preparado. Por eso, te dejamos unas recomendaciones.
1. Temprano es mejor
Antes de empezar a probar, date una vuelta por todo el lugar para ver qué etiquetas y bodegas están presentes. Así podés armar un recorrido que te permita aprovechar mejor el tiempo y enfocarte en lo que más te interesa. Andá con la mente abierta: animate a descubrir varietales poco conocidos o estilos nuevos que nunca probaste.
2. El orden de los vinos es clave
El orden en que tomás los vinos influye mucho en cómo los percibís. El paladar se va complicando: una vez que probás vinos intensos o complejos, después se hace más difícil percibir bien sabores más livianos. Para disfrutar mejor cada copa, seguí esta regla general: empezá por los blancos livianos, seguí con rosados, después tintos jóvenes, luego tintos con más cuerpo y por último los dulces o fortificados.
¿Hay espumosos? Podés arrancar con uno bien fresco, y también cerrar con otro si querés limpiar el paladar al final.
3. Tomá agua y cuida tu energía
Intercala sorbos de agua para refrescar el paladar y prevenir la fatiga. Mantenerte hidratado potencia tu capacidad de apreciar matices y protege tu bienestar durante toda la feria.
4. Comé algo, pero evitá sabores que arruinen tu percepción
Evitá consumir chicles, café, mate o comidas muy condimentadas justo antes o durante la degustación. Estos sabores pueden tapar los aromas y alterar tu experiencia.
5. Tomá notas o sacá fotos
Si un vino te gustó mucho, anotá el nombre, sacale una foto a la etiqueta o seguí a la bodega en redes. Después de varias copas, es común olvidar ese vino increíble que probaste al principio.
6. Charlá con los productores
No hay mejor manera de entender un vino que hablar con quien lo elabora. Aprovechá para hacer preguntas, contar qué te gusta y conocer historias que no están en la etiqueta. Muchas veces, ese intercambio convierte una copa en una experiencia memorable.
7. Comprá tus favoritos
Muchas ferias te permiten comprar botellas ahí mismo o te dan un código para hacerlo online con descuento. Si algo te encantó, no lo dejes pasar. Es la mejor manera de seguir disfrutando en casa lo que descubriste en la feria.
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